Jack Malick (Himesh Patel) es un músico sin un futuro prometedor que vive en un pueblito de la campiña inglesa. Cuando un apagón de alcance mundial lo agarra desprevenido, sufre un accidente a bordo de su bicicleta. Al despertar al día siguiente, es la única persona en el mundo que recuerda la música de los Beatles. El resto del planeta ha olvidado la existencia del grupo.
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¿Se imaginan un mundo sin la música de los Beatles? Esa premisa tentadora e irreal es la que tratan de llevar a la gran pantalla el director Danny Boyle (Trainspotting, Slumdog Millionaire) y el guionista Richard Curtis (Bridget Jones, Love Actually) . Una genial idea en los papeles pero que fracasa en su ejecución final. «Yesterday» pasa de ser una extraña distopía musical con buenos momentos, a una forzada comedia romántica que exaspera de aburrimiento. Una historia que en su conjunto ni siquiera la hermosa música de los Beatles puede salvarla.
Jack Malick es un musico solitario que se encuentra a punto de tirar la toalla y aceptar que nunca será una estrella de rock. Vive en Suffolk con sus padres, un pueblito alejado de las grandes urbes británicas. Su vida en ese lugar transcurre sin muchas expectativas, trabajando en un supermercado y tocando en pubs locales donde nadie parece estar interesado en su música. El único apoyo moral que encuentra es en Ellie (Lily James), una amiga que desde la adolescencia es la única que cree en el talento de Jack. La relación de ambos se engloba dentro de una extraña fascinación platónica. Sentimientos que se profundizan luego del accidente del protagonista.
Cuando sus amigos le regalan a Jack una nueva guitarra luego de salir del hospital, el joven interpreta Yesterday de los Beatles. Pero hay un problema: nadie conoce esa canción y tampoco a los compositores originales. Con el extraño don de ser la única persona que recuerda casi todo el catálogo de los Beatles, Jack se pone en campaña para aprovechar esa situación. Un extraño suceso que lo lleva al estrellato.
Sin embargo, la película se encuentra con dos historias paralelas que nunca llegan a complementarse del todo. Por un lado, el mundo sin los Beatles en el que Jack se dispone a recuperar todas las canciones de la banda de Liverpool y por otro, su historia de amor con Ellie. La primera parte es el mejor momento de la película, regalándonos escenas con el típico humor británico como aquella en que Jack trata de interpretar Let it Be a sus padres. En ese universo es donde Yesterday funciona mejor, con algunos diálogos ocurrentes y personajes pintorescos como el padre de Jack o su asistente personal Rocky.
Sin embargo, la película se pierde completamente cuando intenta ahondar la relación sentimental de sus protagonistas. En este sentido, la dinámica entre Himesh Patel y Lilly James nunca llega a funcionar y se ahoga en situaciones repetitivas y un poco tontas. La película se enfoca más en esa situación y deja de lado la música de los Beatles, que parece discurrir aleatoriamente si ningún tipo de relación con la historia narrada. La dinámica entre ambos personajes, que comienza con un carisma enternecedor, se transforma en una relación extraña en donde se plantean dilemas muy alejados a los tiempos actuales.
En «Yesterday» también se encuentran otros aspectos. Como una acartonada crítica a la industria discográfica que pretende reflejar la prefabricación de los ídolos de masas. Sin embargo, en el fondo, la película es un producto fallido de ese fenómeno, pero en su versión cinematográfica. La aparición de Ed Sheeran trata de ser el gancho ideal para una nueva generación que quizás desconozca la música de los Beatles y que no cuenta con estrellas de renombre en su reparto. Su interpretación esta lejos de ser la mejor, pero lo compensa con su gran disposición para la autoparodia.
En el aspecto musical, sobresalen un par de versiones acústicas de los Beatles y poco más. Esto sumado a que ninguna canción del repertorio Beatle funciona como un complemento narrativo para la película. Quizás las únicas excepciones son la propia canción que da título al film y una versión punk de Help. Un desconcierto que se evidencia en la utilización de una canción de Ed Sheeran hacia el final de la película. Quizás parte del contrato, pero un desproposito cuando se tiene a disposición el catálogo de la mejor banda del planeta. La película falla en este aspecto y no llega a aprovecharlas mejor como el caso de «Across The Universe» o «I Am Sam».
«Yesterday» es un mundo de fantasía en donde tampoco existen la Coca Cola y Harry Potter. De personajes de cotillón y música beatle terriblemente edulcorada. Una historia hecha por encargo que pretende utilizar la imagenería de la banda para colarse detrás del éxito de «Bohemian Rapsody». Para los expectadores más exigentes será un caso más de entretenimiento descartable. Sin embargo, la película funciona muy bien como un producto que acerca el legado beatle a nuevas generaciones. Como esa escena al son de Obla di Obla da. Aún así, John, Paul, George y Ringo se merecían algo más que un homenaje forzado y olvidable.