La figura de David Lynch me parece una de las más deliciosas paradojas, creador y padre de obras que gritan el más trabajoso terror psicológico, que penetran la superficie y nos torturan con interrogantes; casi como un dolor lascivo (o por lo menos para mí, no hay mejor que una película/obra que me sacuda la materia gris). Este ser disfrutó de una niñez feliz e ideal, no estuvo expuesto a ningún evento traumático que se reflejase luego en sus obras, y de hecho este gran misterio es una de las cosas que más me gustan de él.
David Keith Lynch nació en Missoula, Montana, un 20 de enero de 1946. Este particular arquetipo de joven de clase media se interesó en el arte y sus varias manifestaciones a temprana edad. Al incursionar en el campo cinematográfico (y cuando digo campo me refiero al todo, ya que Lynch se caracteriza por mantener el control total del trabajo creativo) su esencia surreal y onírica ya se encontraba plasmada en sus primeros cortometrajes, The Alphabet y The Grandmother.
Experimentó sus primeras dificultades como realizador trabajando en su ópera prima, Eraserhead (1977). Siendo fiel a su visión y a su convicción de que el mundo pudiese conocer esta perturbadora y aun así familiar historia, llegó hasta las instancias de vender periódicos para financiarla. En esta película realizó su primer aporte musical, y de fondo escuchamos a Laurel Near, conocida en el film como Lady in the radiator, cantando “In Heaven, Everything is Fine” (en un tono obviamente lúgubre pero raramente reconfortante).
La filmografía de Lynch no goza de demasiados títulos, sin embargo, la carga conceptual y profundamente artística de sus obras termina compensando ese vacío. The Elephant Man (1980), Dune (1984), Blue Velvet (1986), Wild at Heart (1990), Twin Peaks: Fire walk with me (1992), Lost Highway (1997), The Straight Story (1999), Mulholland Drive (2001) e Inland Empire (2006).
Recuerdo la primera vez que vi Mulholland Drive, esa película fue mi introducción al mundo lyncheano. Había experimentado tantas cosas durante esos 147 minutos, pero la que más perduró en mí fue esa hambre insaciable por saber más sobre la trama, sobre David, sobre ese mundo entrañable donde mis percepciones de la realidad no servían, ni sumaban. Me leí cuántas teorías encontré, porque en el primer artículo me topé con la sorpresa de que Mr. Lynch no gusta de explicar los temas de sus películas. Más dificultad, y me atrapó más aún.
“¿Cuál es el tema de la película?” pregunta el entrevistador sobre Mulhollad Drive, y un irónico y casi sonriente Lynch le responde, “Sammy, yo no hablo de los temas de mis películas. Si está resuelto en mi cabeza, no debería hablarse más al respecto. Es una lástima cuando algo está terminado y la gente quiere que lo traduzcas a palabras, porque no funcionará, nunca volverá a ser en palabras lo que la película es por sí misma”.
Lost Highway, con su hipnótica y desafiante banda sonora que incluía a Marilyn Manson, Rammstein, Trent Reznor, Smashing Pumpkins y David Bowie con la canción del opening de la película. Más que una historia con ese evento disruptor característico de sus películas, como un sobre en la puerta, un extraño en una fiesta o una oreja en el jardín, el soundtrack, y una hipnotizante Patricia Arquette, me volaron la cabeza.
Por último, en mi universo lyncheano, está mi amor imposible, Laura Palmer en Twin Peaks, Fire walk with me. Para los que vieron la serie (Twin Peaks), esta película cuenta la historia de Laura, la hermosa y afligida prom queen que escondía una historia siniestra bajo su incipiente sonrisa. Sin ánimos de spoilear nada, esta fue, para mí, la película con mayor dosis de realidad social y misticismo a la vez.
25 años después
Los fans de Twin Peaks vibramos con la noticia profética del estreno de la tercera temporada de la serie, bajo la dirección de Lynch por supuesto. Esta serie de culto culminó en 1991 con el aviso de Laura Palmer al agente Dale Cooper, de que en 25 años se encontrarían, de nuevo. Además del casting original, las nuevas adiciones no pasaron desapercibidas, Laura Dern, Naomi Watts, Jim Belushi, Michael Cera, Sky Ferreira, entre (muchos) otros. La tercera temporada contará con 18 episodios y tiene previsto estrenarse el 21 de mayo de este año.
Lynch bajo el spotlight
Por si fuera poco, el regreso a la realización audiovisual de Lynch no es lo único que veremos de él este año; el viernes 31 se estrena el documental “David Lynch. The Art Life”, que nos acercará un poquito más, pasos agigantados quizás, a conocer su faceta de pintor, más que la de director.
¿Qué tiene de atractivo este documental?, más que nada la idea de conocer de forma íntima a un persona que tiene poco interés por las apariciones públicas y que nos deja con ganas de saber más en sus entrevistas, capaz estemos un poco más cerca de atestiguar de dónde proviene la magia.